El domingo pasado hubo mercadillo en Hendaya y encontré estas cosas que fueron de mi agrado y del de mi bolsillo. Un vaso de cristal lleno de cuentas de cristal y porcelana, una pequeña cesta de mimbre que ha estado vueltas por mi bolso toda la semana y no se ha roto de milagro, un angelito de bronce que aún no se que uso recibirá y una gárgola que pesa demasiado para ser resina o escayola y que me servirá de modelo para hacer un par de ellas para la escena medieval que le regalé a mi marido.
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